En los colegios me gusta presentarme dejando claro que comencé mi carrera literaria perdiendo un concurso del cole. Fue un chasco porque, en aquel momento, no sabía que las derrotas y los rechazos son necesarios para aprender a hacer las cosas mejor. Desde ese día mi carrera literaria solo podía mejorar.
Durante años he escrito cuentos por encargo, obras de teatro y canciones para colegios. Aunque esas experiencias me proporcionaron muy buenos ratos, considero que mi trayectoria literaria comenzó en un momento mucho más reciente: el día en que decidí profesionalizarla.
Me propuse unos objetivos y estudié qué era lo que habían hecho otras personas con las que compartía objetivos, recursos y limitaciones. Apliqué todo lo aprendido a mi primera novela, La caja de Bernit, y la aventura salió lo suficientemente bien como para atreverme a repetirla un año después con otra novela, La esfera imperfecta.
¿Quién me iba a decir ―cuando me dedicaba a medir con una regla los márgenes de los libros que más me gustaban para intentar maquetar igual La caja de Bernit― que años después daría una charla en la Escuela de Escritores de Madrid o que colaboraría con la Lit Con Madrid 2018? … Mi trayectoria no es muy larga, pero quiero pensar que está bien orientada. Y pasito a pasito se anda el camino.
La Lit Con Madrid te ha invitado este año a participar en una charla sobre Marketing para blogueros y escritores, ¿podrías adelantar un poco qué temas se tratarán?
El marketing es un gran desconocido y eso nos hace tratarle con cierta injusticia:
Cuando no nos gusta un superventas, le echamos la culpa al marketing de que ese libro ocupe un puesto destacado en la estantería de un centro comercial, mientras que el nuestro ―mucho mejor, ¡dónde va a parar!― languidece en el contenedor de reciclaje de todas las editoriales a las que se lo hemos enviado.
Cuando ponemos nuestra novela en la estantería infinita que es Amazon, rezamos al dios del marketing ―bueno, a veces nos equivocamos de dios y rezamos a un tal Spam― para ser más visibles.
En ocasiones renegamos de él por falta de tiempo o de ganas, hartos de ver que nuestros esfuerzos no han dado buenos resultados…
Seguro que quienes leen estas líneas conocen, en mayor o menor medida, el esfuerzo que hay detrás de una publicación. Pese a todo, publicar no es complicado. Lo difícil es vender.
Tanto si eres un autor autopublicado como si has publicado con editorial, el peso principal de la promoción recaerá sobre tus hombros. En todos los casos necesitarás trabajar las redes en las que se mueve tu público si quieres vender libros.
En el caso de los autores que hemos autopublicado es vital, ya que hemos arriesgado nuestro propio dinero. Los ingresos que obtengamos decidirán si nuestra carrera como emprendedores progresa o se estanca.
Estos son los motivos por los que considero importante que todos los que disfrutamos contando historias, y queremos pagar facturas con este oficio, conozcamos mejor de qué va eso del marketing y aprendamos a orientarlo hacia nuestros objetivos. Deberíamos ser capaces de establecer un plan de acción, identificar a nuestro público objetivo, encontrar los mejores medios para acceder a él y hacerlo de la manera más adecuada. Pero el trabajo no acaba ahí, porque después habrá que evaluar los resultados y retocar la estrategia. Así de divertido es. En un sector donde un autor parece valer lo que vale su último libro (y donde se considera imprescindible vender), ¿cuáles son los principales puntos que un autor debe tener en cuenta? Y bajo tu punto de vista, ¿una buena estrategia de Marketing garantiza el éxito de un escritor con independencia de su calidad como tal?
El dinero manda. Una editorial es una empresa que necesita hacer dinero para mantener su estructura y seguir adelante. Un autor independiente funciona igual que una editorial: también tiene que ganar dinero suficiente para pagar a los profesionales que le acompañarán en su próximo libro, el mantenimiento de sus canales de comunicación ―licencias, software, blogs, dominios, aplicaciones…― que le permiten acceder mejor a sus lectores… e incluso llenar el carro de la compra. Un negocio que gana lo justo para cubrir gastos no dura demasiado.
El primer punto siempre es escribir bien. Y escribir bien no es solo escribir sin faltas de ortografía. Eso se da por supuesto. Escribir bien es haberte contado esa historia genial que tienes en la cabeza de mil maneras diferentes y saber escoger la mejor. Para eso hace falta formarse, leer un montón, analizar textos de otros, analizar tus propios textos cuando te los devuelven los lectores cero ―y más tarde el corrector o el editor― lleno de anotaciones, admitir que puedes estar equivocado ―todo arte tiene sus reglas y te suele ir mejor si las sigues― y fracasar unas cuantas veces. Escribir bien es saber que tu próximo texto te gustará más que el anterior porque emplearás nuevos conocimientos y recursos.
Si no escribes bien, una campaña exitosa de marketing no te permitirá dedicarte a esto de manera profesional ―a no ser que cuentes con un «negro literario» que traduzca tus historias a un lenguaje comprensible y atrayente―.
Si escribes bien, pero no consideras el marketing como parte de tu trabajo o no sabes promocionarte adecuadamente obtendrás el mismo resultado. Amazon está lleno de grandes autores a los que no leeremos simplemente porque no han sabido hacerse visibles para nosotros.
Una buena estrategia solo garantiza la visibilidad, no el éxito. Por eso más vale tener un trabajo decente que ofrecer antes de ponerlo en el mercado.
Has publicado dos novelas juveniles: “La caja de Bernit”, de género fantástico y “La esfera imperfecta”, englobado en la ciencia ficción. Tras el éxito de ambas, ¿cuántas horas de esfuerzo en promoción y difusión hay tras ellas?, ¿qué estrategias de Marketing has empleado?
La promoción forma parte del trabajo diario, como lo es escribir. Todos los días reservo un hueco para leer y contestar comentarios o correos, otro día de la semana dedico un rato a leer blogs y revisar los canales de Youtube o Podcasts que sigo, otro día programo las redes... Todo bien agendado para compaginarlo con la vida familiar y laboral.
Como mucha gente, empecé con el típico blog pequeño en el que contaba mi experiencia escribiendo. Convertí mi blog en una web y desde ahí salté a la web, Twitter, Facebook, Youtube ―que en el último año se ha convertido en mi canal principal― y, desde hace poco, Instagram.
Seguí una estrategia clásica que consiste en no tirarse a la piscina sin haberla llenado previamente de agua. La caja de Bernit llevaba años escrita y el último borrador estuvo listo algunos meses antes de su publicación. Me quemaba en las manos, pero aguanté más de un año «llenando de agua la piscina» antes de tirarme: empecé a relacionarme con lectores, blogueros y escritores del género, a leer sus contenidos, a participar con ellos, a estudiar qué habían hecho otros autores autopublicados… Había mucho que aprender de ese océano al que pensaba arrojar a mi pequeño pececito.
Tuve la suerte de que el público respondiera muy bien a mi primera novela y La esfera imperfecta, como suele pasar con los segundos hermanos, se benefició de la experiencia obtenida. Pese a todo, no voy a negar que me daba miedo defraudar a los lectores con el nuevo libro. Se trataba de un trabajo diferente, un género distinto y escrita para un grupo de edad mayor: Young adult, frente al Middle grade al que iba orientada La caja de Bernit. Espero que las reseñas que está obteniendo esta segunda novela animen a que los lectores acojan mis próximos trabajos con la confianza de que lo pasarán bien durante unas cuantas horas.
Volvamos a la LCM, ¿qué te motivó a participar y, por ende, apoyar un evento como la Lit Con Madrid 2018? El año pasado tenía compromisos que me impedían visitar la Feria del Libro de Madrid. A última hora, uno de esos compromisos se canceló así que pude pasarme, aunque lo hice con la idea estar poco rato. Lo justo para desvirtualizar a un par de personas, saludar a otro par de escritoras que firmaban y regresar a casa. Pero entonces me topé con el maravilloso evento que había organizado la Blogger Lit Con y acabé pasando allí el día entero con algunos de sus asistentes. Este año me alegré de que hubiera surgido un proyecto valiente, dispuesto a recoger el testigo. Me parece admirable y estoy encantado de participar aportando mi pequeño granito al esfuerzo y al cariño que se necesita para organizar un evento de estas características.
¿Qué consejos les darías a todos esos autores que no están viendo los resultados que esperaban tras publicar su novela?
Qué difícil. Cada caso tendrá su explicación. En la publicación de una novela intervienen múltiples factores.
Como hablamos de marketing, no voy a entrar en que puede que el texto necesite otro repaso, que la sinopsis no sea la adecuada, que la maquetación haga trabajar a los ojos más de la cuenta o que la cubierta no atraiga al lector al que está destinada la obra.
Puede que el problema sea de base y, al diseñar su estrategia, los objetivos no fueran realistas en su definición o en el tiempo para obtener los resultados. Quizás el autor ha publicado una novela orientada a un público objetivo con el que no se está relacionando adecuadamente…
Mi consejo es evaluar de manera periódica ―yo lo hago a final de mes― qué es lo que ha funcionado y qué es lo que no ha dado resultado. Debes conocer y analizar tus debilidades y tus fortalezas para explotarlas de la mejor manera posible. Hay tantos detalles de los que dependen los resultados… Se dice que una cadena es tan frágil como el más débil de sus eslabones. Detecta ese eslabón, aprende a reforzarlo o extráelo si no tienes más remedio y trabaja sin él.
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